jueves, 20 de mayo de 2010

Presentacion Leucemia

La leucemia o leucosis es un grupo de enfermedades malignas de la médula ósea (cáncer

hematológico ) que provoca un aumento incontrolado de leucocitos (glóbulos blancos) clonales en la médula osea , que suelen pasar a la sangre periférica aunque en ocasiones no lo hacen (leucemias aleucémicas). Ciertas proliferaciones malignas de glóbulos rojos se incluyen entre las leucemias (aritroleucemia).

  • Etimología: literalmente, significa "sangre blanca"; la palabra está formada por dos elementos griegos:leuc, una variante de leuco= λευκός, "blanco"; y emia, αἷμα = "sangre".
  • Prevalencia: la leucemia es el cáncer más frecuente en la infancia, con 3-4 casos por año por cada 100.000 niños menores de 15 años.





La imagen anterior pertenece a una leucemia aguda .

¿Qué tipos de leucemias existen?
Existen dos tipos básicos de leucemias, las agudas y las crónicas.

Leucemias crónicas
Las leucemias crónicas son enfermedades más lentas y progresivas, en las que la agresividad de las células malignas es, por lo general, mucho menor que la de los blastos de las leucemias agudas.

Leucemias agudas
Dentro de las leucemias agudas se diferencia entre dos clases, las linfoblásticas y las mieloblásticas. La diferenciación se produce mediante el estudio al microscopio, y por otros medios de diagnóstico, de determinados rasgos de las células leucémicas que las hacen clasificables en uno u otro tipo. En las leucemias linfoblásticas, los blastos son muy parecidos a las células madre de la médula ósea que forman los linfocitos, y en las mieloblásticas los blastos son más bien parecidos a aquellas células progenitoras de las que nacen los granulocitos.
Saber bien de qué tipo es una leucemia no sólo orienta para estar advertidos de los riesgos que más peculiarmente pueden afectar al enfermo en cada tipo de leucemia, sino también para elegir el tratamiento que se ha demostrado como más eficaz para la leucemia específica que tenga el paciente. Por ejemplo, el tratamiento convencional de una leucemia aguda mieloblástica puede ser poco eficaz para tratar una leucemia aguda linfoblástica, y viceversa



Cerca del 95% de las leucemias linfocíticas crónicas pertenecen a la serie B (LLC-B). La edad media al diagnóstico es de 64 años. La mayoría de los pacientes se diagnostica en una etapa temprana, y cerca del 50% de los mismos no progresarán.
La Sociedad Argentina de Hematología propuso iniciar tratamiento en pacientes con síntomas generales, fallo medular, adenomegalias en progresión, esplenomegalia tumoral, o citopenias inmunes refractarias. El tratamiento tiene por objetivo controlar la enfermedad pero no es curativo. El abordaje tradicional en primera línea está constituida por la administración de agentes alquilantes orales: clorambucilo o ciclofosfamida, en general asociados a corticoides. En pacientes jóvenes se propone el transplante de médula ósea alogénico. En los pacientes en quienes falla esta primera línea, los análogos de las purinas (por ejemplo fludarabina) poseen una tasa de respuesta mayor que los regímenes con alquilantes o en combinación, aunque sin prolongar la sobrevida. Las opciones de tratamiento son escasas en pacientes que son refractarios a la terapia con análogos de las purinas, constituyendo un grupo de pobre pronóstico, y una mediana de sobrevida de 10 a 11 meses.


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